domingo, 28 de diciembre de 2008

Juego de mesa: Carcassonne

Hace unos días me encontré bajo el árbol de pino asturiano una caja en cuyo interior se encontraba uno de los juegos de mesa más entretenidos a los que he jugado.

Sistema
El juego consta de piezas de tablero en las que se representan caminos, ciudades, claustros y campos o granjas. Los jugadores, por turnos, deben robar al azar una de estas piezas y colocarlas estratégicamente formándose así un escenario que será diferente en cada partida. Tras colocar esta pieza tienen la oportunidad de colocar un marcadar sobre la misma, para después en ese turno u otro posterior llevarse puntos por los caminos completados, ciudades o claustros, recuperando así el marcador para poder ser reutilizado. El componente estratégico está en saber dónde colocar la pieza (en cada pieza puedo contener parte de una ciudad y un camino) valorando si es mejor completar una ciudad, ampliar otra, alargar un camino, etcétera...

Calidad de los materiales: buenos. Piezas de mapa de cartón y marcadores de madera, el estándar de Devir.
Sistema: muy sencillo. Lo más complicado es comprobar las puntuaciones por los granjeros (piezas que se puntuan al final de la partida).
Tiempo de juego: unos 30 ó 40 minutos, dependiendo de los jugadores. El juego acaba cuando se coloca la última pieza.
Número de jugadores recomendado: 2 a 5, hay expansiones que permiten jugar hasta 6 jugadores.
Nivel de pique: medio. Es un juego familiar que no hará que salten demasiadas chispas.
Precio aprox.: 20 €.
Calificación: 9/10

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